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Raíces del Subdesarrollo en América Latina

  • Foto del escritor: Assad
    Assad
  • 27 dic 2017
  • 3 Min. de lectura

Actualizado: 1 ene 2018

América Latina es una región del mundo que cuenta con mucha pobreza y deficiencias económicas, políticas y sociales.


Lo anterior se puede explicar dando un vistazo a su historia, remontándonos al momento en que América Latina se independizó de las metrópolis. A continuación se verán algunas raíces de donde se desprenden los problemas que aquejan a esta región tomando como referencia el libro de Bradford Burns, La pobreza del progreso.


El Progreso


En el siglo XIX esta palabra transformó y tejió el futuro de América Latina ya que a partir de ella se definieron los marcos de acción para los diferentes países de esta región. Las élites que quedaron en el poder pronto vieron su desarrollo mirando hacia Europa. Se creyó que el progreso y la civilización solo se alcanzaría a través de la importación fiel de modelos europeos: sus ideas, valores, tradiciones, costumbres, modelos económicos, entre otros. Entre más se pareciesen las ciudades latinoamericanas a París, más era su grado de desarrollo y civilización.


Es así como las élites pronto dibujaron una barrera entre el campo y la ciudad, siendo la última como la máxima representante de racionalidad y de perfección del ser humano. Asimismo, los indios fueron relegados a la marginalización. Los indios eran vistos como una especie bárbara que debido a sus costumbres, valores (sentido de comunidad, su no individualismo, el apoyo entre ellos) no podían alcanzar el desarrollo. Asimismo, se les vió como seres que no podían ser educados.


Con el tiempo las élites pronto trajeron el capitalismo, vieron en su individualismo una gran fuente de riqueza y de acumulación de capital en pocas manos. Conforme Latinoamérica más era penetrada por el capitalismo mayor era la dependencia que se generaba económicamente debido al tipo de transacciones que se efectuaban. Mientras los estados europeos comerciaban con productos con un mayor valor agregado como manufacturas, América Latina comerciaba con productos agropecuarios. Se debía exportar más por parte de Latinoamérica para poder llegar a tener la misma riqueza producida por las manufacturas.


Los intelectuales fueron piezas clave en este proceso. Ellos eran fanáticos por los escritos e ideas europeas lo que les provocó un serio cambio en su forma de pensar y actuar. Un ejemplo de lo anterior fue la “generación de 1837” o la obra “Civilización y barbarie” que defendían los modelos europeas y veían en los indios el subdesarrollo que les impedía crecer. Su papel clave fue el de llevar este pensamiento a las elites o bien, que ellos mismo llegaran a ocupar puestos gubernamentales importantes y con ello definir el rumbo de sus países.


Evidentemente también hubo contrapesos y críticas a esta forma de desarrollo, algunos intelectuales pronto se dieron cuenta de lo peligroso y poco racional que era esta forma de pensar del progreso/civilización. Hicieron críticas defendiendo que en los indios estaba la historia y desarrollo de Latinoamérica y no en Europa.


América Latina al haber importado modelos y prácticas europeas que servían para la realidad europea forjó lentamente el progreso del subdesarrollo y de su dependencia a los grandes Estados de Europa. Latinoamérica debe de crear su propia manera de llegar al progreso, pensada desde adentro, y dejar de lado las respuestas que son externas a la realidad que vive esta región. Solo hasta que se comience a creer en que se puede llegar a un desarrollo propio, América Latina crecerá.



Assad Figueroa Dabián



Fuente de información: Bradford Burns, La pobreza del progreso, Ed, siglo XXI, México, 1990.

 
 
 

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