¿Qué política exterior debe definir México?

Mariana de la Rosa Fajardo

Es evidente que el discurso “antimexicano” de Donald Trump ha tocado puntos débiles de la política interna mexicana, los cuales nos llevan a un mal desarrollo de la política exterior con nuestro país vecino. La intervención de múltiples organismos públicos pueden ser herramientas que pueden ser benéficas; es decir, tal como menciona Woldenberg, es posible crear una política de unidad a través de organismos que impulsen y derriben los argumentos que son lanzados en los discursos del presidente en contra de nuestro país.

En primera instancia, ¿es realmente una cuestión que el tratado (TLCAN), contiene ventajas para México?, además de ello, la ferviente amenaza del muro como protección a los intereses estadounidenses, ¿es la forma eficaz para evitar que los migrantes sean una carga financiera para los Estados Unidos?

Es un hecho que las relaciones bilaterales tanto diplomáticas como económicas entre México y Estados Unidos, han debilitado la imagen de nuestro país a nivel internacional. Sin embargo, hay medidas que los gobiernos locales, las ONG, los sindicatos, etc., pueden ejecutar para contrarrestar los ataques constantes. A pesar de ello no se ha llevado a cabo gran actividad, y por el contrario se ha mantenido un bajo perfil por parte del gobierno mexicano.

No es un camino fácil, parece que las amenazas constantes del presidente estadounidense han aumentado en sus discursos políticos, ya que, en su periodo en la casa blanca ha actuado de una forma atroz dañando sus relaciones internacionales con una gran gama de países. El cambio es posible, quizá ahora se deban implantar medidas no “cortoplacistas”, que busquen erradicar, principalmente, los puntos débiles de la política interna mexicana.